Y claro, suena la puta canción y a tomar por culo todo. Las cosas claras, los planes, el raciocinio, la inteligencia. El corazón toma al asalto tu cabeza, cortándole el cuello al cerebro y declarando su propia dictadura al menos durante los compases de la canción de marras.
Y claro, la vas a asociar a los besos, los polvos, las cenas, las risas, las carreras, los silencios, los principios... Y todo se mezcla y araña como una pelea de gatos sin comer en dos semanas.
El resultado, sea el que sea, es malo. O acabas colgado de un teléfono dandole ostias a una pared sin marcar el último dígito de su teléfono; o lo haces, resulta que no era la mujer de tu vida y te acabas llenano el cerebro de Plomo mientras ella celebra vuestras bodas de Plata.
quizá ella no quiera celebrar vuestras bodas de plata si seguís juntos, lo más seguro que tenga más puto plomo en la cabeza que tú
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